Hoy - ayer, puesto que es la una de la madrugada - hemos tenido un domingo bastante aprovechado. Ha hecho un día bastante veraniego; nos hemos encontrado, incluso, con algún amigo que se iba a la playa a leer el periódico. No nos hemos levantado demasiado temprano, y nos hemos ido a almorzar fuera, tras lo cual nos hemos ido a Barcelona, al CCCB, a ver las exposiciones relacionadas con Kosmopolis. Son tres: una dedicada al hipertexto, otra a Gao Xinjian y la última, breve pero significativa, a Julio Cortázar. Me gustan mucho las exposiciones que monta el CCCB y éstas no han sido una excepción. La de hipertexto constaba de unos paneles por los que tenías que ir pasando de manera aleatoria de acuerdo con la naturaleza del tema al que estaba dedicada. Evidentemente, había dominaba la tecnología - habían varios ordenadores con muestras -, pero también había espacio para los primigenios ejemplos del hipertexto, como el tarot o la enciclopedia. Muchas citas de Delleuze - era de esperar -, algunas de ellas bastante ilegible - como también era de esperar -, pero también recuerdos a Calvino, Cortázar - por Rayuela, evidentemente -, Wittgenstein - el Tractatus - o Perec, entre otros que ahora no logro recordar. Casi de manera imperceptible, finalizaba la exposición de hipertexto, Hiperiment, y comenzaba la dedicada al Nobel chino, Xinjian, que constaba de material artístico - básicamente obras hechas con tinta china sobre papel de arroz - del escritor, así como paneles que reproducían citas bastante logradas pero que, ahora mismo, soy incapaz de reproducir. Volveré - con el carnet de biblioteca la entrada es gratuita - con libreta y copiaré alguna de las mismas. Tal vez reproduzca aquí mismo alguna de ellas, un recurso al que soy bastante aficionado cuando no hay tiempo o ganas de escribir algo propio. Aparte de las citas y de las pinturas - entre las cuales también había algunas de Michaux o incluso de Picasso -, también había un par de vídeos con una entrevista realizada ex-profeso y unos extractos de una opera con libreto del escritor chino residente en Francia. Decididamente, tengo que darle una oportunidad a "La montaña del alma", cuya lectura se me hizo un tanto cuesta arriba en su momento. Cómo también tendría que hacerlo con Cortázar, protagonista de la tercera y última exposición. Sus cuentos me gustan - me gustaron - mucho, pero con su obra novelísitica no he podido. La muestra era la más modesta y breve de las tres, pero el pequeño espacio estaba bastante aprovechado. Fotografías - retratos del propio Cortázar, pero también imágenes tomadas por el escritor en algunos de sus viajes -, paneles con citas y expositores con sus libros-artefactos, reproductores de jazz - a los cuales no he podido acceder -, o cartas manuscritas.
No hemos tardado mucho en visitar todas las exposiciones, por lo cual hemos paseado tranquilamente desde el CCCB hasta la Plaza Villa de Madrid. Por la calle Elisabets nos ha acompañado un insistente olor a orín y llegando casi a las Ramblas, hemos visto a dos mendigos con un cartel: "Pedimos para comprarnos un Ferrari o una casa en Marbella". No me extrañaría que alguien tome una foto y la ponga en Internet, si no lo ha hecho ya. La cosa se está poniendo chunga entre el gremio de los que piden, y ya se sabe que hay quien hace de la necesidad - nunca mejor dicho - virtud y, como es el caso, agudiza el ingenio. Hemos atravesado las Ramblas no demasiado llenas de gente, extrañamente, teniendo en cuenta el buen día que hacía y hemos comido en Govinda, restaurante hindú de la Plaza Villa de Madrid. Buena relación calidad-precio, que dicen.
A continuación, y ya hacía un poco de calor, hemos dirigido nuestros pasos hacía el Paseo de Gracia, en el que se celebra Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. No tenemos dinero para comprar libros antiguos y los que hemos visto de ocasión - en mi caso una traducción al catalán de "Obabakoak" de Atxaga y "El tranvía" de Claude Simon -, pues eso, que los hemos dejado para otra ocasión. Perdón por el chiste fácil. Era el último día, la hora - primera hora de la tarde - hacía que no hubiera mucha gente y muchas de las paradas estaban recogiendo el material, por lo que había un ambiente un tanto frío - en abierto contraste con el calor climático -, que tampoco animaba a la compra.
Hemos tenido que hacer un poco de tiempo hasta que empezara la obra de teatro que íbamos a ver. "El fantástico Francis Hardy", escrita por Brian Fiel, e interpretada por Andreu Benito, Miriam Alemany y Xicu Masó que es también el director. Se trata de cuatro monólogos que configuran la personalidad del Francis Hardy del título, interpretado por Andreu Benito a través de éste, de su mujer - Alemany - y de su representante - Masó se reserva un papel bastante agradecido -, un poco a la manera del conocido "Rashomon" de Kurosawa, en la que diferentes personajes dan diferentes visiones de un mismo hecho que el espectador ha de recomponer. Los actores están bien, y el fina de la obra tiene un bonito aliento poético.
Finalmente, nos hemos ido a casa. No se había acabado el día, pues quedaban por ver los dos productos televisivos más inteligentes que se pueden ver ahora mismo: "Los Simpsons" y "Siete Vidas".
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