31 de diciembre de 2007

Feliz año 2008





Les deseo a todos los lectores de este diario - a mis amigas y amigos - un feliz año 2008. En el vídeo, Bach es interpretado en el metro de Barcelona. Está extraído de El silenci abans de Bach, de Pere Portabella, una de las últimas películas que he visto este año, y cuya visión recomiendo encarecidamente.


Espero que en el año 2008 podamos mejorar lo que ayer leí en un artículo de Moises Naím en El País:


Entre otras cabe destacar que la mortalidad infantil a nivel mundial llegó a un mínimo histórico. Tan sólo en América Latina la mortalidad infantil es hoy la mitad de lo que era en 1990. Y en África y Asia también el progreso es notable. Esto se debe en mucho a la mayor disponibilidad de vacunas, alimentos y atención médica, pero también a otra buena noticia: el número de personas que viven en pobreza extrema también está declinando.


Para el improbable lector que esté pensando en cambiar su vida tal vez puedan ser de utilidad Los mejores hábitos zen, un recopilatorio de algunos de los mejores posts publicados durante 2007 en Zen Habits (yo he conocido este sitio a través de eConectados).


En todo caso, tenga en cuenta el lector que próximo año dispondremos de una oportunidad más de las que hemos tenido durante este año que nos aprestamos a abadonar, como nos recuerda Liniers:



Aunque en el fondo, en esta manía de despedir y recibir a los años estemos de acuerdo con Enrique Vila-Matas:

Nada me parece tan plúmbeo como los domingos y como las despedidas de fin de año. Tienen la mala sombra de recordarnos el paso inexorable de los días a pesar de que el Tiempo no sabe que pasa el tiempo. En los domingos, por ejemplo, hasta respirar se convierte en un lamento. Y es que en los domingos uno siente que han dejado de existir las relaciones entre las personas y las actividades de cualquier tipo. En los domingos padecemos el tiempo y es como si todos contuviéramos el aliento y probáramos a ver cómo será el más allá. Los domingos son una enfermedad no visible, como un mal interior, una enfermedad moral. Los domingos son espantosos. Pero aún hay algo peor: las celebraciones de fin de año. Nos recuerdan, al igual que los domingos, que ha pasado una semana más, en este caso, un año. Nos recuerdan el paso del tiempo y, encima, tenemos que festejarlo. Este 2007 me deja una sensación de desagrado notable. En París, creo estar en un lugar apropiado para darle el portazo que se merece, dejarlo ahí sin un adiós, despedirlo a la francesa. O, mejor dicho, a la inglesa. Filer à l'anglaise. No se merece nada mejor este año.

(Extraído de El lamento de Portnoy)



30 de diciembre de 2007

Otra coincidencia más desde el abismo

Anteayer hablábamos de coincidencias personales con la lectura de Exploradores del abismo. Hace algo más de tiempo, también lo hicimos sobre Les Rita Mitsouko. Pues bien en la página 242 de Exploradores del abismo puede leerse lo siguiente:


Al decirle entonces que las relaciones entre Sophie y yo tenían la estructura mental de una historia de amor (por los celos respectivos de no saber que pensaba la otra persona, pues en esto han consistido realmente siempre los celos en el amor: no saber lo que piensa el otro; leáse a Proust para comprenderlo mejor), Sergi no quiso ponerse trascendente y me habló simplemente de una canción francesa titulada Les histoires d'amour que interpretaba el dúo Les Rita Mitsouko. En ella se cantaba esto:
"Las historias de amor terminan mal en general"

A continuación reproducimos el vídeo de la canción:




Pero ahora me doy cuenta que no acaban las coincidencias aquí, pues en el siguiente párrafo podemos leer lo siguiente:

Ese mismo día, al volver a casa me encontré por sorpresa con la respuesta de Sophie a mi frase de Julien Gracq. En esta ocasión no había texto, tan sólo una escueta fotografía con la cruz de una tumba. Enojado por la muda y solitaria cruz, decidí expulsar aquella imagen reenviándola a Sergi, que por su parte acababa de mandarme por e-mail la letra entera de la canción de Les Rita Mitsouko.

Cómo el improbable lector que haya leído hasta aquí sin duda conocerá, hace pocos días que el escritor francés Julien Gracq ha fallecido. Dejamos constancia de esta nueva coincidencia y, por otra parte, transmititmos nuestros mejores deseos con respecto a su salud a Catherine Ringer - la otra mitad de Les Rita Mitsouko -, Sergi Pàmies y Sophie Calle, los otros mencionados en estas líneas.

29 de diciembre de 2007

El asesinato de Benazir Bhutto

Algunas pocas palabras dedicadas al asunto, ya se está escribiendo mucho - tal vez demasiado, y demasiado deprisa - sobre el asesinato de Bhutto.
Se ha asesinado a un símbolo. Iñigo Sáenz de Ugarte - he llegado a sus palabras a través de Escolar.net - coloca a la figura de la líder paquistaní donde le corresponde.
Por otro lado, en los blogs de Commentary encuentro dos interesantes reflexiones:
Gordon K. Chang escribe una entrada de explícito título - Who Killed Bhutto? - en la que concluye:

A terrorist attack on Mrs. Bhutto would serve two crucial purposes for the Pakistani president—get his only serious rival out of the way and again buttress his support from concerned Western governments. Musharraf had motive and opportunity to kill Bhutto, and the crime fits a suspected M.O. At the very least, the United States should consider him a prime suspect.

In any event, he has let terrorists run free in his country and is primarily responsible for triggering the long-running constitutional and political crises that ultimately led to Mrs. Bhutto’s death. In a larger sense, therefore, he is responsible for yesterday’s tragedy. He is either a murderer or a failing autocrat. In either case, the United States should stop supporting him in his ongoing struggle against the Pakistani people.

(En su retrato de la recién desaparecida que publica hoy El País, Christopher Hitchens esboza una interpretación similar en este sentido).
Por otra parte, y desde un punto de vista estratégico, y asumiendo el previsible aumento de inestabilidad en la zona que aportará el atentado, Gabriel Schoenfeld formula en voz alta aquellas preguntas que todos nos hacemos sin llegar a expresarlas:
Where are Pakistan’s nuclear weapons stored, and could they be captured or destroyed by an outside country? Who guards them, and who guards the guards?

28 de diciembre de 2007

Coincidencias abismales

Escribe Enrique Vila-Matas en su recomendable última obra, Exploradores del abismo:
En la calle Gay-Lussac, se cruza Ribeyro con el colombiano que viajó en su camarote cuando regresó al Perú a bordo del Marco Polo. Entonces fueron muy amigos, vivían encerrados en un pequeño espacio, leían, fumaban y bebían juntos. Ahora, seis años más tarde, se cruzan como dos desconocidos, "sin ánimo de sobrepasarnos para estrecharnos la mano".
No es solamente la fragilidad de la amistad lo que sorprende a Ribeyro, sino la coincidencia de haberse cruzado en París, de haber estado a otra vez los dos, aunque sea por unos segundos, ocupando un espacio reducido. Lo que sorprende a Ribeyro es el infinito encadenamiento de circustancias favorables para que ese encuentro se produzca. "Desde que nos despedimos en Cartagena de Indias en 1958 hasta hace un momento en la calle Gay-Lussac, todos los actos de su vida y los míos han tenido que estar dirigidos, regulados con una precisión inhumana, para coincidir, él y yo, en la misma acera."
Yo leía estas líneas en el avión, de regreso de un breve viaje a París, precisamente. Después del aterrizaje, en ese momento de ingenuo caos que supone la descarga del equipaje de mano de los compartimentos superiores, noté que alguien me tocaba en el codo, dispuesto a girarme para disculparme por haber golpeado involuntariamente a algún otro viajero, me encuentro con Marta, una amiga a la que no veía desde, posiblemente, esos seis años que separaron uno y otro encuentro del escritor Ribeyro y su ¿amigo? colombiano. Nuestra charla fue breve pero cordial, nos pusimos al día de nuestras vicisitudes y de las de las amistades compartidas, pero no nos despedimos, interrumpí bruscamente la conversación para salir del avión, tampoco la ví en la jardinera que nos trasladó hasta la terminal del aeropuerto y la ví desaparecer cuando marchaba unos metros delante de mí, entre una multitud de viajeros cansados y deseosos de llegar a su hogar (o a su hotel). No pude menos que pensar que desde nuestro e impreciso penúltimo encuentro a este otro reciente, todos los actos de su vida y los míos han tenido que estar dirigidos, regulados con una precisión inhumana, para coincidir, ella y yo, en el mismo avión."
PS: Una original reseña - para no abandonar el tema de las coincidencias - de Exploradores del abismo, aquí: 1a parte, 2a parte.

7 de diciembre de 2007

Muere otro grande: Stockhausen

Está siendo un mal año para la cultura. Acabo de enterarme que ha fallecido Karlheinz Stockhausen, uno de los pocos compositores de música clásica contemporánea, cuyo nombre al menos es conocido por cierto número de gente - recuerden que su estampa salía en la foto de familia del Sargent Pepper de The Beatles -. Los improbables lectores que acudan hasta aquí, harían bien en frecuentar la compañía de su música. Se ha tratado de una robusta personalidad creadora, coherente incluso en sus excesos. Les adjunto un extracto de una obra suya, HELICOPTER String Quartet.



1 de diciembre de 2007

Descanse en paz, Fred Chinchin

Los Rita Mitsouko siempre han sido un grupo que me han interesado, desde que les descubriera con la ya lejana "C'est comme ça" - a través de su vídeo-clip, que por entonces me pareció el no va más (insisto: hace mucho tiempo de ello) - y aunque su carrera ha pecado de cierta irregularidad, se les ha de reconocer el esfuerzo de haber tratado de ser originales - ¡hasta llegaron a salir en una película de Godard! -, dentro del mainstream. Hace unos días, la mitad del grupo, Fred Chinchin, fallecía víctima de un cáncer fulminante. Nuestras condolencias a la otra mitad, Catherine Ringer. Quedan las canciones, queda el recuerdo...




Una bonita canción - lástima que abusen un pelín del estribillo - extraída de su último disco:

Cita: Juvenal

"Tenet insanabile multos/Scribendi cacoethes et aegro in corde senescit"
"Muchos caen presa de la incurable manía de escribir que se hace crónica en sus enfermos corazones"
La cita es de Juvenal, Sátiras, VII, 51. Yo me la he encontrado en la introducción de Carlos Solís a La estructura de las revoluciones científicas, de Thomas S. Kuhn (edita Fondo de Cultura Económica).
Algunos, aunque tengamos esa manía incurable de escribir, también tenemos una incurable debilidad: la falta de tiempo.