Nadie lo esperaba, pero han vuelto. David Gedge ha reclutado a Simon Cleave - guitarra, quien ya fuera miembro de la banda -, a Terry de Castro - bajo - y John Maiden - batería -, para volver a la vida a The Wedding Present, una de las mejores bandas británicas del cambio de la década de los ochenta a los noventa, o como mínimo una de las bandas con mejores canciones, desde luego.
El regreso no aporta novedades: siendo el difícil equilibrismo entre lo lírico y lo tenso la principal característica del grupo que ya en su primera andadura desecharan el éxito fácil robusteciendo sus canciones pop con una densa telaraña sónica, algo en lo que se dejaron asesorar felizmente por el gran Steve Albini, con el que edificaran un disco tan sólido como el memorable "Seamonsters". Si acaso, cabe reseñar que la voz de David Gedge se deja escuchar más y parece haber perdido algo de rabia, habiendo adquirido - el paso de los años, sin duda - un cierto tono decepcionado. De la más reciente aventura de Cinerama - el proyecto de Gedge tras la desaparición de The Wedding Present - persiste la referencia al sonido cinematográfico del spaguetti western - como demuestra sobradamente "Interstate 5" -, mientras que alguna que otra pieza - como la postrera "Perfect Blue" - demuestra una tendencia hacia lo épico de la que Gedge se había apartado normalmente.
Pero, a pesar de todo, sigue siendo claramente un disco de The Wedding Present: sus canciones - al menos, algunas - se disfrutan más en sucesivas escuchas, y en cada una de éstas se aprecian nuevos matices. Y aunque tal vez los Wedding Present de hace más de una década hubieran rodeado "Mars Sparkles Down On Me", sigue siendo una buena muestra del buen hacer compositivo de Gedge y permite que el disco pueda, finalmente, encontrar acomodo en nuestra estantería junto a sus antiguos discos.
El regreso no aporta novedades: siendo el difícil equilibrismo entre lo lírico y lo tenso la principal característica del grupo que ya en su primera andadura desecharan el éxito fácil robusteciendo sus canciones pop con una densa telaraña sónica, algo en lo que se dejaron asesorar felizmente por el gran Steve Albini, con el que edificaran un disco tan sólido como el memorable "Seamonsters". Si acaso, cabe reseñar que la voz de David Gedge se deja escuchar más y parece haber perdido algo de rabia, habiendo adquirido - el paso de los años, sin duda - un cierto tono decepcionado. De la más reciente aventura de Cinerama - el proyecto de Gedge tras la desaparición de The Wedding Present - persiste la referencia al sonido cinematográfico del spaguetti western - como demuestra sobradamente "Interstate 5" -, mientras que alguna que otra pieza - como la postrera "Perfect Blue" - demuestra una tendencia hacia lo épico de la que Gedge se había apartado normalmente.
Pero, a pesar de todo, sigue siendo claramente un disco de The Wedding Present: sus canciones - al menos, algunas - se disfrutan más en sucesivas escuchas, y en cada una de éstas se aprecian nuevos matices. Y aunque tal vez los Wedding Present de hace más de una década hubieran rodeado "Mars Sparkles Down On Me", sigue siendo una buena muestra del buen hacer compositivo de Gedge y permite que el disco pueda, finalmente, encontrar acomodo en nuestra estantería junto a sus antiguos discos.
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