15 de octubre de 2007

Uffff

El País, mi periódico de cada día, anuncia un importante cambio a partir del día 21. Espero equivocarme, pero se le está dando más importancia al cambio de diseño que a los posibles cambios en el contenido, lo que me lleva a pensar en que un mayor protagonismo del primero acabe redudando en un menor calidad de lo segundo. Este verano, por ejemplo, El País podía haber competido tranquilamente en irrelevancia e insignificancia con los diarios gratuitos, dado el escaso "peso" de las noticias de fondo y de los supuestos artículos de opinión con que complentaban su ración diaria de aburrimiento estival. Casi todos los días de agosto compré La Vanguardia, que por cierto también ha cambiado su diseño, aunque por lo hojeado mantiene su buena calidad habitual, especialmente en cuanto a información política, catalana y local y un buen muestrario de artículos de opinión (aunque no me guste especialmente Porcel como novelista, me gustan sus artículos, de Francesc-Marc Álvaro me disgusta últimamente un tono que denota más rencor que enfado con la situación política actual, ¿aspiraba a algún puesto con un ejecutivo catalán de otro color político? Que nos lo aclare por favor).

Volviendo a El País, en cuanto a contenido, el único cambio que se ha comentado es el del fichaje de Carlos Boyero, como "crítico de cine, columnista de televisión y de la vida en general". Bueno, los críticos de cine actuales de El País son bastante malos, o sea que mejorar el nivel de la sección no le será difícil. Aunque a mí, Boyero no me interesa en absoluto. Sus análisis - de películas, de televisión, de la vida en general - son superficiales y autosuficientes y se suelen despachar con un "me gusta o no me gusta" algo más desarrollado - a veces ni eso - que para eso debe ganar un buen sueldo (se supone que ahora sensiblemene mejorado).

O sea, que a ver si voy a tener que dejar de comprar la prensa cada día o cambiar de periódico...

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