29 de noviembre de 2004

El exiliado en Georgetown comparece

Tan previsible como el argumento de un mal telefilm. Así ha sido la comparecencia del anterior presidente del gobierno español en la comisión de investigación del Congreso de diputados. Aznar se ha limitado a desglosar largamente - ¡once horas! - su ya conocido discurso monolítico y se ha enzarzado en inverosímiles y estériles discusiones con los comisionados nacionalistas. A un diputado de ERC, le ha comentado que tal vez tenían que hablar sobre ETA, pues seguro que tendrían mucha información, a lo que el congresista catalán le ha contestado - con gracia, pues ya se esperaba alguna alusión al respecto - que ahora tocaba hablar de lo que tocaba - o sea, del 11-m -, aunque, si lo estimaba oportuno el sr. Aznar, no tendría inconveniente, decía el republicano, tomarse un café con él y hablar de ETA. Un poco torpe ha sido una de las frases del diputado del PNV que venía a decir que su partido nunca había considerado a Aznar un político adecuado para tratar sobre el terrorismo por haber sido víctima del terrorismo. Por suerte para el diputado jelkide, la respuesta de Aznar, con enfásis teatral, le ha salvado la vida.

Eso sí, el hoy profesor universitario no ha dejado pasar de largo la ocasión para ofrecer un titular - o varios, aunque yo me quedo con este - que regocije a sus fans: "el autor intelectual del atentado no viene de desiertos muy lejanos". Dicho sin la acritud habitual del mostachudo expresidente, hasta podría haber sonado poético.

Y para fans, éstos, con nominación al premio al titular más alejado de la realidad. Y especialmente, éste.

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