9 de agosto de 2007

No todo está perdido

'La Vanguardia', hoy, abre sus páginas de Cultura con un rotundo titular: 'Los clásicos vuelven en verano'. Parece ser que con la llegada del calor, las masas acudimos en tropel a las librerías y bibliotecas y no únicamente para disfrutar de su aire acondicionado. Lo hacemos para proveernos de alta literatura: Dante, Homero, Boswell, Cervantes, Teresa de Jesús, Proust, Montaigne,... Eso sí, al lado de los retratos de algunos de estos insignes escritores, la lista de las 10 novedades más vendidas durante el estío es la habitual relación en la cuál abunda la literatura histórica - enigmística - con el acompañamiento de Isabel Allende -, cuyas tramas - o al menos así parecen indicarlo sus títulos - siempre parecen relacionadas de un modo u otro con alguna religión, especialmente la católica. Curiosamente, los libreros señalan que pese a su condición de clásico, la Biblia no se vende tanto como se dice. Debe ser porque no apetece nada leer en la playa las desventuras de un pueblo vagando en el desierto. Otro signo de los tiempos: el listado lo encabeza un libro en inglés, el de Harry Potter.
La contraportada del rotativo catalán viene dedicada a un profesor de filosofía, Pedro González Calero quien, pese a su la aparente juventud del retrato, ya ha tenido tiempo de ser barrendero, archivero, documentalista y profesor de filosofía. El profesor González es republicano, rojo y ateo, además de titiritero frustrado - ¿y quién no es un titiritero frustrado? nos preguntamos. Ha recogido anécdotas humorísticas de grandes filósofos en un volumen que le han editado en Ariel: Filosofía para bufones, bajo la advocación de Bertrand Russell - ¿es Russell un clásico? ¿se venderán sus obras en las librerías repletas de admiradores de Proust debatiendo sobre su mejor tradutor al español? ¿Salinas? ¿Armiño? ¿Manzano? - que es la excusa para la entrevista, no se crea el lector que en un diario le van a entrevistar a uno por el mero hecho de ser profesor de filosofía habiendo sido barrendero, eso lo harían en la tele, tal vez en una gacetilla gratuita de esas. "Todo acto de inteligencia es un acto de humor" afirmó en una ocasión Russell. La entrevista es entretenida. Nos quedamos con esta reflexión del profesor González sobre su oficio: "Este trabajo me ha gustado mucho, pero hoy me deprime. Es duro ver como los chicos se aburren delante de mí. Sólo la nota les mueve, no las ganas de saber. Es deprimente. Lo he dejado varias veces. Luego regreso, vuelvo a deprimirme, y vuelvo a dejarlo." Y, sin embargo, profesor González: leemos a los clásicos - o cuando menos, compramos sus obras y nos encerramos con ellas en nuestros cuartos profesándoles el mismo respeto que si nos encerráramos con un tigre -, y hasta compramos masivamente literatura en inglés.
Mantengamos el optimismo, pues.
Post data: Este mismo ejemplar de 'La Vanguardia', al lado de la noticia sobre ese regreso de los clásicos, da cuenta de la inminente aparición de un nuevo poemario de nuestro flamante Ministro de Cultura. Reproduce un bonito poema. Tal vez podamos hallar aquí otra razón para nuestro optimismo. Nos preguntamos cuando tardarán desde la oposición en clamar contra un cargo público que pierde su precioso tiempo pergeñando versillos ¡y además en gallego! Pero, como cantaban unos paisanos de César Antonio Molina: "ante todo mucha calma".

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