19 de agosto de 2007

Vacaciones

Me cojo una semana de vacaciones. A modo de despedida les dejo un original cortometraje de Guy Maddin. Se trata de un brillante remedo de las películas silentes de propaganda soviética. Que lo disfruten...

17 de agosto de 2007

Y ahora nos deja Max Roach

Esto no es plan...

Aunque desde hace algún tiempo retirado de los escenarios y los estudios de grabación debido a su ya avanzada edad y su precario estado de salud, la muerte de Roach todavía hace un poco más gris este verano. Estamos hablando de un baterista cuya carrera es todo un compendio del jazz moderno, pues ha tocado desde con Charlie Parker o Miles Davis hasta con Cecil Taylor o Anthony Braxton. Definitivamente, no somos nadie...

Señoras y señores, con ustedes el equipo de ensueño de los baterías, Art Blakey, Elvin Jones y Max Roach:

14 de agosto de 2007

Otro ilustre fallecido más: Tony Wilson

La urgencia vacacional no me permite dedicar más atención a la reciente desaparición del fundador del sello discográfico Factory, Tony Wilson. Recomendar la lectura de la entrada que le dedica José Manuel Costa. En el MySpace de Joy Division, emblema de la factoría, se puede encontrar un recuerdo a Wilson, del cual extraemos un vídeo con una delirante entrevista desde su club, The Hacienda:





Edito (17 de agosto de 2007):

Artículo de Paul Morley

Tributo de All Music Guide

Cómo leer sin leer

Extraído de una interesante crónica - reseña de Vicente Verdú al respecto:

'No sólo todo el saber va dejando de estar contenido en los libros, sino que su participación en el conocimiento conjunto se encoge a enorme velocidad. Así el declive en la lectura de libros responde tanto o menos al tópico de la barbarie generacional que a la evidente decadencia de su funcionalidad.'

9 de agosto de 2007

No todo está perdido

'La Vanguardia', hoy, abre sus páginas de Cultura con un rotundo titular: 'Los clásicos vuelven en verano'. Parece ser que con la llegada del calor, las masas acudimos en tropel a las librerías y bibliotecas y no únicamente para disfrutar de su aire acondicionado. Lo hacemos para proveernos de alta literatura: Dante, Homero, Boswell, Cervantes, Teresa de Jesús, Proust, Montaigne,... Eso sí, al lado de los retratos de algunos de estos insignes escritores, la lista de las 10 novedades más vendidas durante el estío es la habitual relación en la cuál abunda la literatura histórica - enigmística - con el acompañamiento de Isabel Allende -, cuyas tramas - o al menos así parecen indicarlo sus títulos - siempre parecen relacionadas de un modo u otro con alguna religión, especialmente la católica. Curiosamente, los libreros señalan que pese a su condición de clásico, la Biblia no se vende tanto como se dice. Debe ser porque no apetece nada leer en la playa las desventuras de un pueblo vagando en el desierto. Otro signo de los tiempos: el listado lo encabeza un libro en inglés, el de Harry Potter.
La contraportada del rotativo catalán viene dedicada a un profesor de filosofía, Pedro González Calero quien, pese a su la aparente juventud del retrato, ya ha tenido tiempo de ser barrendero, archivero, documentalista y profesor de filosofía. El profesor González es republicano, rojo y ateo, además de titiritero frustrado - ¿y quién no es un titiritero frustrado? nos preguntamos. Ha recogido anécdotas humorísticas de grandes filósofos en un volumen que le han editado en Ariel: Filosofía para bufones, bajo la advocación de Bertrand Russell - ¿es Russell un clásico? ¿se venderán sus obras en las librerías repletas de admiradores de Proust debatiendo sobre su mejor tradutor al español? ¿Salinas? ¿Armiño? ¿Manzano? - que es la excusa para la entrevista, no se crea el lector que en un diario le van a entrevistar a uno por el mero hecho de ser profesor de filosofía habiendo sido barrendero, eso lo harían en la tele, tal vez en una gacetilla gratuita de esas. "Todo acto de inteligencia es un acto de humor" afirmó en una ocasión Russell. La entrevista es entretenida. Nos quedamos con esta reflexión del profesor González sobre su oficio: "Este trabajo me ha gustado mucho, pero hoy me deprime. Es duro ver como los chicos se aburren delante de mí. Sólo la nota les mueve, no las ganas de saber. Es deprimente. Lo he dejado varias veces. Luego regreso, vuelvo a deprimirme, y vuelvo a dejarlo." Y, sin embargo, profesor González: leemos a los clásicos - o cuando menos, compramos sus obras y nos encerramos con ellas en nuestros cuartos profesándoles el mismo respeto que si nos encerráramos con un tigre -, y hasta compramos masivamente literatura en inglés.
Mantengamos el optimismo, pues.
Post data: Este mismo ejemplar de 'La Vanguardia', al lado de la noticia sobre ese regreso de los clásicos, da cuenta de la inminente aparición de un nuevo poemario de nuestro flamante Ministro de Cultura. Reproduce un bonito poema. Tal vez podamos hallar aquí otra razón para nuestro optimismo. Nos preguntamos cuando tardarán desde la oposición en clamar contra un cargo público que pierde su precioso tiempo pergeñando versillos ¡y además en gallego! Pero, como cantaban unos paisanos de César Antonio Molina: "ante todo mucha calma".

8 de agosto de 2007

Lecturas estivales: La porta de la identitat

La porta de la identitat, es una compilación de artículos escritos por Joan Perucho. Él volumen reune una serie de breves ensayos, de los cuáles no consta - gran fallo - ni la procedencia ni la fecha en la que fueron escritos, si bien este último detalle puede intuirse porque algunas de las piezas se refieren a diferentes hechos de actualidad - en su momento, claro está -, como pueden ser los homenajes necrológicos - entre los que destaca el que rinde a su íntimo amigo, tantas veces citado, Néstor Luján -, la reseña de novedades bilbliográficas o los dedicados al arte - conviene recordar que Perucho se dedicó durante una etapa de su vida a la crítica de arte, para la celebrada revista "Destino" -, entre otros, aunque también haya espacio para diversas semblanzas en la que el aliento íntimo se impone a la urgencia de lo cotidiano.
El libro se lee con facilidad, aunque no dejamos de añorar al Perucho escritor de relatos y novelas de corte fantástico, que lo han situado como un autor capital de la literatura catalana, de lo que es fiel reflejo el hecho de que Harold Bloom en su controvertido ensayo, El canon occidental - que el propio Perucho comenta en esta obra -, considerara al autor de Les històries naturals como un escritor fundamental - Història natural (sic) - en catalán junto a Carles Riba - Antologia poética -, J. V. Foix - Antologia poética - Mercè Rodoreda - La plaça del diamant - Pere Gimferrer - Antologia poética - o Salvador Espriu - La pell de brau: poemes -.
Siempre he disfrutado con Perucho, si bien hacía algún tiempo que no lo frecuentaba. Hace algunos domingos, el periodista José Martí Gómez - también mencionado aquí como "gran periodista -, citara dos epifanías que le habían ocurrido a Perucho en sus últimos años de vida. La primera tenía que ver con su profesión de juez. Cuando, como era su costumbre al tomar declaración, solicitó a un inculpado que le facilitara su nombre, por favor, y éste le respondió que se lo daría si le salía de los huevos, el notable escritor decidió que había llegado el momento jubilarse como magistrado. El otro momento importante es el que le ocurrió cuando al solicitar en catalán que le sirvieran como postre un plato de melón con jamón, el camarero que le atendía le indicó que se lo tendría que decir en castellano. Aquel momento, sin duda, le hizo percatarse de la fragilidad de la lengua a cuyo esmerado cultivo se había dedicado durante buena parte de su vida. En uno de los últimos escritos de este volumen, Perucho escribe: "El finis Cataloniae no ens vindrà, sembla, imposat per la política o la destrucció, sinó per nosaltres mateixos, per un suïcidi col·lectiu enmig d'una població massiva de castellans prolífics, magribins, negres, xinesos i adlàters."
Estas palabras se escriben con motivo del ya comentado escrito sobre Josep Pla: "Per raons polítiques (però Dant què era: güelf o gibel·lí? Qui és capaç de dir-ho ara de memòria?) a Josep Pla no se li ha fet mai justícia. Era un home conservador, de dretes i bilingüe com l'Eugeni d'Ors, Pijoan, Junoy, Brunet, amb l'agreujant que participà en la Guerra Civil des de l'altra banda. Per això se li negà sempre el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, atorgat moltes vegades a minses figures irrelleveants, estèrils i avorrides que no arriben, com vulgarment es diu, a les soles de la sabata de Josep Pla. Aquest és un pecat d'enveja col·lectiva que mai serà perdonat a Catalunya, en el poc temps que ens resta de vida com a poble, si ens atenim a les estadístiques demogràfiques, les més baixes, no d'Europa sinó del món. (...) Però, de la nostra catalanitat, sols Josep Pla ens donarà una idea contemporània."
Lo antes expuesto no es el tono que abunda en el resto de páginas, en las que Perucho se muestra como un observador sensible, humilde, erudito (sin pedanterías) y muy personal. En el primer ensayo, del cual toma su título la compilación, el autor habla de su fe, pero no sólo de ella: "És indubtable que estem programats per a èsser immortals. La nostra ànima és immortal. Ningú vol morir (si no és en casos extrems), i això està provat per l'existència dels fantasmes. Crec indubtablement en els fantasmes, i la meva obra literària recolza en ells, i ho creu també l'Esglèsia catòlica, a la qual pertanyo. Solament els animals, els nostres innocents companys, no saben que han de morir, no estan programats per a saber que viuran després de morts i que existeixen els fantasmes. Això no obstant, crec que els meus gats romandran amb mi en l'altre ventorosa vida."
También lo sobrenatural aparece en una de las piezas, "Els orfes de la plaça dels Àngels", de la cual extraigo un párrafo conmovedor: "Els fantasmes dels orfenets i orfenetes vaguen en rotllanes aèries per damunt del cel, just sobre l'edifici destruït, i amb les manetes juntes a l'alçada del pit implorant memòria i ajudes celestials."
Es probable que el lector - esa improbable presencia - piense que la lectura de ensayos no se aviene con el estío, pero estos delicados a la par que contundentes artículos, han supuesto un excelente antídoto contra la desidia veraniega para quien esto suscribe. Tal vez sea la presencia del fantasma del maestro Perucho la que le inquiete y le esté deparando un verano más activo de lo que suele ser habitual.

1 de agosto de 2007

Más sobre Bergman y Antonioni

Carlos Losilla escribe hoy en el diario "Avui" acerca de un detalle que se me había pasado desapercibido:

"En una escena de El Verdugo (1963), de Berlanga, un progre de la época se acerca a una caseta de la feria del libro y pregunta: '¿Tienen alguna cosa sobre Bergman o Antonioni?'. Con su instinto natural para captar el aire del tiempo, el cineasta valenciano estaba haciendo un significativo diagnóstico del panorama cinematográfico europeo de aquel entonces, que padecía una considerable convulsión.

El hecho que los dos miembros de aquel tándem hayan muerto el mismo día es a la vez una broma macabra del destino y un acto de justícia poética: con ellos se va toda una concepción del cine que cuajó paralelamente, con dos trilogías inolvidables.

A las bergmanianas Como en un espejo (1960), Los comulgantes (1961) y El silencio (1963), Antonioni opone La aventura (1960), La noche (1961) y El eclipse (1962), que trataban temas idénticos desde otra perspectiva. Sea como sea, también revolucionó el lenguaje fílmico e igualmente situaron al espectador contra las cuerdas con el atrevimiento de sus propuestas."

Quim Casas, en su artículo para "El Períodico de Catalunya", también remite a ambas trilogías, muy en el espíritu de su tiempo. En su estudio sobre el maestro sueco en Dirigido... también hablaba sobre ello si mal no recuerdo mencionando que todo autor que se considerara como tal tenía que realizar una trilogía (o si no, los críticos se la inventaban).

Finalizando aportación y paralelismos, Lluís Bonet Mojica, en "La Vanguardia" recurre a la cita del libro Linterna Mágica, autobiografía de Bergman, en el cual el de Uppsala alude perversamente al director italiano: "Fellini, Kurosawa y Buñuel se mueven en los mismos barrios que Tarkovsky. Antonioni iba por ese camino, pero se mató, ahogado en su propio aburrimiento."

Àngel Quintana, también en "La Vanguardia", escapa de la trilogía - que él considera tetralogía pues añade El desierto rojo (1964) -, para conceder - en mi humilde opinión, acertadamente - importancia a las películas rodadas en los años cincuenta por el cineasta de Ferrara. Obras como Cronica di un amore (1950), la olvidad I vinti (1953) e Il grido (1957) "proponen una serie de elementos clave para la conquista de la modernidad en los años sesenta, como son la ruptura de la causalidad en el relato, la preocupación por las revoluciones políticas y estéticas de la juventud, la exploración del paisaje en relación con los sentimientos humanos y la presencia del vagabundeo como búsqueda de sentido a la inevidencia de los tiempos."

No es que para Quintana la trilogía - o tetralogía - de los sesenta carezca de interés e impacto: "la apertura del relato (de esos cuatro filmes) hacia otras formas de sentido marcó una huella en el cine, cuyos ecos aún están presentes en algunas de las obras más vanguardistas del cine asiático. Algunos maestros del cine contemporáneo como Hou Hsiao Hsien o Tsai Ming Liang lo deben todo a Antonioni." En la misma página, Domènec Font amplia la nómina de creadores en los que "hay ecos formales de Antonioni: Wenders, Tarkovski, Kar Wai, Egoyan, Kubrick o David Lynch." Y también apela al cine asiático: "el cine líquido de Hou Hsiao Hsien, Tsai Ming Liang, O Kyoshi Kurosawa es en buena parte deudor de Antonioni y de la radicalidad del cine moderno europeo."

Escuchando: Animal Collective, Feels (Fat Cat). Uno de los álbumes pop de los últimos tres años que más escucho.