20 años ha necesitado Jordi Valls para poner a punto su dry martini cocktail. Lo explica aquí. Además el líder - en una entrevista del año pasado - de Vagina Dentata Organ también cuenta el ceremonial asociado con su degustación:
"El martini-cocktail bien servido y bien oficiado es un auto sacramental profano. Me recuerda alegóricamente el misterio de la eucaristía en un contexto pagano.A ser posible me tomo el drymartini en ayunas en los días de fiesta a la hora del Ángelus, bajo un repique de campanas. Es gracias al libro ‘Mi último suspiro' de Luis Buñuel que descubrí este misticismo escondido que desconocía."
Escuchando: DJ Spooky, Rhythm Science (Sub Rosa). Joyce, Burroughs, Artaud, Stein... y turnbalism con una fuerte base rítmica. Curioso, cuando menos.
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