Ayer me estuve pensando seriamente publicar este post, pero al final lo hice. Me parecía un poco exagerado, aunque en las conversaciones con la pareja, la familia o los amigos el tema saliera a relucir, a qué negarlo. No he tardado prácticamente ni un sólo día en saber que hice bien. Me acabo de enterar que ayer en el diario del amo de la piscina con vistas al mar algún plumilla resentido y con ganas de bronca escribió lindezas como la siguiente:
"Sobre Cataluña cayó ayer, por hacer honor a los tópicos, una auténtica lluvia de millones. El Gordo fue vendido íntegramente en una administración de Vic (Barcelona), el tercer premio fue a parar a Mataró y seis de los ocho quintos cayeron en otras localidades de la comunidad catalana. La Bruja de Oro de Sort, cómo no, vendió uno de ellos y se ha convertido en la empresa europea que más factura a través de Internet.
En total, Cataluña la segunda comunidad que más lotería compra recibió en este sorteo casi 800 millones de euros, recuperando así con espectaculares beneficios la cantidad que los catalanes habían invertido, 429,4 millones de euros. La otra cara de la moneda es Madrid. La comunidad que más gasta en Lotería tuvo que conformarse con dos quintos premios.
La vida española ha pasado por Cataluña durante todo el año y ni los bombos de la Lotería ni los niños de San Ildefonso podían permanecer ajenos a esta circunstancia, al menos si se quiere confiar en esa arraigada costumbre de buscar razones supersticiosas para explicar el azar. Así, los millones del sorteo vendrían a socializar, entre los catalanes de a pie, los premios y la suerte que ya han tenido antes algunas de sus instituciones. El Gobierno ha devuelto a la Generalitat y a algunos particulares los papeles del archivo de Salamanca. La sede de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones se ha trasladado de Madrid a Barcelona. Una empresa catalana, Gas Natural, ha lanzado una OPA para quedarse con Endesa. Y, sobre todo, el Barça va como un tiro, mientras que el Madrid se ahoga.
Ya sólo falta que el nuevo Estatuto de Cataluña sea aprobado en el Congreso. Quién sabe si los 800 millones de euros que han caído del bombo pueden contribuir a suavizar las posiciones de los partidos catalanes sobre el sistema de financiación, principal escollo de las intensas negociaciones que se desarrollan en Madrid y Barcelona."
Y es que hay algunos que están tan confundidos, aunque con los objetivos bien precisos y dirigidos, que aprovechan hasta la lotería para llevar el agua a su molino.
Escuchando: Tom Verlaine, The Wonder (Fontana). Un disco que en su momento (1990) pasó demasiado desapercibido, toda una injusticia y que contiene una de esas canciones que no olvidaré jamás: "5 hours from Calais".
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