Entre la apatía de la clase política y la escasa atención de los medios de comunicación, ha pasado casi inadvertida la aprobación de una ley que obliga a los cibercafés italianos el registro de sus usuarios mediante sus documentos de identidad. No pocos establecimientos han visto como sus visitas disminuían, pues sus clientes no desean identificarse. Una medida polémica y discutible, cuyo objetivo tal vez sea el combatir el terrorismo y la delicuencia, pero que lo hace de una manera un tanto ingenua. A nadie le extrañaría el florecimiento de una red de cibercafés "piratas" que no exigan identificación alguna a sus clientes para conectarse a la red, o que en la práctica se recurra a identifcarse con documentación falsa. Los clientes de estos locales son muchas veces inmigrantes, seguramente todavía no regularizados, que no desean verse inscritos en registros a los que la policía tenga acceso. A quien suscribe le parece que la medida no va a tener mucho éxito, desde luego.
Fuente: CNN
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