Finalmente, Pinochet, será juzgado. La Corte Suprema ha considerado que el antiguo dicatador chileno está en condiciones de afrontar un juicio y, por tanto, el sátrapa retirado seguirá procesado por diez crímenes de la Operación Cóndor. Ha sido todo una larga secuencia de pequeños triunfos que han sorteado alguna que otra mínima derrota, pero, por fin, Pinochet podrá ser juzgado por una pequeña parte de su tremendo historial sangriento. No es que uno se alegre de ver a un anciano acosado por la justicia, pero, en este caso, y más teniendo en cuenta que las dilaciones para no rendir cuentas a la Justicia se debían más a provocaciones - pues la mala salud que alegaba para soportar un juicio era suficiente para afrontar, con lucidez, una entrevista televisiva - que a reales achaques de salud. En estos tiempos que se lee el periódico con el corazón encogido, ésta es una buena noticia.
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