"(...)Tenía una cualidad dolorosa y soñadora, como de planear sobre el aire: era como todas las canciones de aquel año, un himno, apelando a las actitudes dramáticas en las que nos reconocíamos, y terminaba con el narrador que había estado observando entre los árboles a la chica fuera del nevero cantando: "Now it's colder every day". Termina con una simple admisión: There's no love inside the icehouse" y la canción no se va desvaneciendo, acaba sin más".
Bret Easton Ellis, Los destrozos. Traducción de Rubén Martín Giráldez. Random House, Barcelona, 2023.
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