29 de diciembre de 2009

Robert Walser

"No vine aquí para escribir, vine aquí para estar loco." le dijo el escritor Robert Walser a un visitante del hospital psiquiátrico de Herisau para explicar su sequía creativa desde 1932, poco más o menos coincidiendo con su internamiento, diagnosticado según el informe médico oficial por "depresión marcada y severa inhibición. Respondió con evasivas a preguntas sobre el hecho de estar harto de la vida."
La anécdota, la frase, los datos los tomo de Mecanismos internos, de J.M. Coetzee, volumen que reúne ensayos, publicados como artículos ("en una versión anterior" se nos dice en las aclaraciones finales) o como introducciones a determinadas ediciones. Todos tratan sobre escritores del siglo pasado. Por el momento sólo he leído el primero, dedicado a Italo Svevo, y me ha sorprendido que el tono predominante es más periodístico que crítico, aunque se muestra bastante severo con el trabajo de algún traductor. Eso sí, abundan las notas al final que remiten a una copiosa bibliografía. Parece claro que cuando Coetzee escribe sobre algún escritor, ha leído su obra (presumiblemente en el idioma original), pero también bastante de lo que se ha escrito sobre él.
Ahora recién comienzo a leer el segundo ensayo, dedicado a un escritor como Walser, por el que siento debilidad. Me he encontrado con esa frase, que dice bastante de la perpleja actitud ante el mundo que tuvo el autor suizo y con la que nunca he dejado de identificarme.
Tendría que escribir sobre Walser, sobre Coetzee. Tendría que escribir. Tantas cosas por hacer y tan poco tiempo...

4 comentarios:

Laura Ibáñez dijo...

Lo cierto es que en los últimos tiempos (más o menos desde que Vila-Matas sacó su Doctor Pasavento) que he oído hablar mucho de Walser, escritor al que amo tanto por su obra como por su personalidad. No obstante, no puedo dejar de sentir que se le traiciona cuando se habla de él, ese escritor que más que por su importancia literaria, parece que tenga relevancia por la notoriedad de sus amiradores, como es el caso con Coetzee. Pero bueno, supongo que sólo podemos traicionar a lo que nos pertence y Walser, por suerte, no pertenece a nadie, salvo a la nieve de los caminos que conducen a Herisau

Cristóbal dijo...

Estimada amiga,

Gracias por su visita y, especialmente, por haber dedicado tiempo a escribir un comentario. Decididamente, Walser, como puede serlo el también admirado por Coetzee Samuel Beckett, se ha convertido en un "escritor de escritores". No creo que tengamos que sentirnos traicionados por ello, pero me encanta la frase con la que concluye su aportación.

Regrese cuando guste. Agradecido de nuevo,

C.-

zaloette dijo...

Encuentro su publicación, después de haber leído sobre Walser de la mano de EVM e identifico de nuevo coincidencias, como amante de los paseos en el bosque, de la nieve y del sentimiento de "alien" en un mundo de homogeneidad.

Un cordial saludo y mis mejores deseos para el Nuevo Año 2010!

Cristóbal dijo...

Zaloette,

Gracias también por su visita y aportación. También yo soy amante no de los paseos en el bosque (aunque con la edad me esté aficionando) ni de la nieve, sino de las coincidencias...

Por lo demás, también le deseo lo mejor para este año que recién empezamos a acometer.

Saludos,

C.-