No suelo hacerlo, pero en esta ocasión coincido plenamente con Mario Vargas Llosa, cuando afirma que:
"No se puede describir una obra maestra: ella se deja sentir, no explicar [...] En las obras maestras, plásticas, literarias o musicales, siempre queda una zona de sombra que escapa a la aprehensión racional, que penetra en lo más recóndito de la persona como una revelación súbita, intrasferible y personal".
La cita está extraída, de la última entrada de la serie Boquitas Pintadas, de una de mis bitácoras favoritas, La nave de los locos, de Fernando Valls.
Y de paso: ¡feliz año a todos!
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