Esta última película de Ettore
Scola, que toma su nombre de un poema de Garcia Lorca – recitado, en castellano,
en su inicio -, se resiste a ser clasificada genéricamente: hay algo de
documental, de biografía y de autobiografía, de homenaje… Quizás lo más adecuado y justo sea decir que
estamos ante un retrato de la admiración que profesó Scola por Fellini desde
que lo descubriera, siendo un niño, como ilustrador y escritor en la revista
satírica Marc’Aurelio, a la que el
propio Scola se incorporó, finalizada la Segunda Guerra Mundial, cuando todavía
no era más que un adolescente. Allí coincidiría no sólo con el propio Fellini,
que ya había iniciado su carrera cinematográfica, sino con otros nombres que dieron
lustre al cine italiano de la época tanto a nivel popular como cualitativamente:
Steno, Age, Scarpelli, Ruggero Maccari…
Pero aparte de ese retrato
admirativo, también hay otro aspecto que se resalta en la cinta: la relación
personal entre los dos cineastas, principalmente mediante sus paseos
automovilísticos por la noche romana con los que el autor de La dolce vita combatía su insomnio, uno
de los cuales contiene quizás el mejor momento de la película: cuando embarcan a
una prostituta tan bella y optimista – le llaman “la Gioconda” porque siempre
sonríe - como ingenua.
Rodada en el mítico estudio 5,
dónde Fellini acostumbraba a filmar – y dónde, cómo se recuerda y recrea aquí,
recibiría honores póstumos -, el firmante de La familia juega como lo hacía su amigo y mentor con la figura del
narrador y el juego entre realidad y ficción en un proyecto tan personal como
indica el hecho de que en el guión del
mismo colaboren las hijas del propio Scola y sean sus propios nietos los que
incorporen a ambos directores en su juventud.
A
destacar finalmente el homenaje a Mastroianni – tercer vértice de su triangular
relación pues trabajaría con frecuencia con los dos realizadores -, así como la
inclusión de las pruebas para el personaje de Casanova en la película homónima
que realizaron Alberto Sordi, Ugo Tognazzi y Vittorio Gassman.
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