Ronda nocturna es la primera novela que he leído de Sarah Waters. Por lo que se ha podido leer por ahí parece existir cierto consenso en que estamos ante la pieza más lograda de su autora. Vale decir que a quien suscribe le ha parecido una buena novela. En esta ocasión, Waters abandona sus habituales escenarios victorianos para acercarse algo más al tiempo actual en una novela que describe las vicisitudes - con Londres como telón de fondo; la capital británica bien puede considerarse como un importante personaje más de la acción - de sus cuatro principales protagonistas - los hermanos Duncan y Viv Pierce, Helen y Kay - en tres períodos diferentes: 1941, 1944 y 1947, comenzando desde el final y remontándose hasta el inicio, concluyendo la obra con la resolución de algunos de los secretos - intrigas - que ensombrecen a los protagonistas al inicio de la narración. Waters maneja con habilidad los hilos de la trama para que el interés del lector no decaiga: así, en la primera parte, que en realidad es el colofón de la historia, asistimos a una presentación de los personajes, en la cual ya se adivina que la guerra - pero no sólo la guerra - ha dejado maltrecha el alma de los mismos; la segunda parte es la más extensa y en ella la autora se dedica a tejer la delicada red que pone en relación a todos los personajes, mientras que en la tercera, la más breve, se trata de ofrecer, como ya se ha comentado anteriormente, una resolución que es a la vez un punto de partida de capital importancia. Las últimas páginas, dedicadas a la forma - sorprendente, dramática, pero también romántica - en la que se conocen dos de los personajes que han aparecido distanciados al inicio, están especialmente conseguidas y revalidan la impresión de que estamos ante una más que interesante novela, con la que Waters consiguió ser - por segunda vez - finalista al premio Booker. Edita Anagrama.
Escuchando: fORCH, spin networks (psi / Emanem). Son FURT (o sea Richard Barrett y Paul Obermayer) que han grabado improvisaciones a dúo con el resto de colaboradores del disco - John Butcher, Rhodri Davies, Paul Lovens, Phil Minton, Wolfgang Mitterer y Ute Wassermann - para utlizar el resultado mediante samples. Posteriormente, han ensayado todas las combinaciones posibles entre el dúo y cada uno de los músicos y por último han tratado de elaborar tres piezas de media hora de duración cada una de ellas con toda la formación del octeto. Todo ello improvisando. ¿Suena raro? Pues el resultado suena igual de raro, aunque extrañamente atrayente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario