El compositor experimental Harold Budd y el antiguo guitarrista del grupo Cocteau Twins colaboran de nuevo. En esta ocasión con el pretexto de tejer una columna sonora para la última película del director Gregg Araki. Al parecer lo que se cuenta en dicho film es un tanto extraño y oscuro, y por lo escuchado, la banda sonora que han creado Guthrie y Budd se ha adaptar a las imágenes como un guante.
Como en la mayoría de composiciones cinematográficas editadas en disco, se combinan piezas puramente incidentales, generalmente breves y otros temas mucho más desarrollados en los cuales la música cobra más protagonismo y se puede deducir su mayor o menor calidad. A tal categoría pertenecen la inicial “Neil’s Theme”, “Snowfall”, “Halloween” o “Twilight”, que son todas, como se advierte desde la portada, paisajes sonoros atmosféricos y exuberantes. Y por una vez, va a resultar que la publicidad va a tener razón.
“Mysterious Skin” es, como ya ha quedado dicho, una banda sonora para una película, pero que gozará de vida autónoma y puede convertirse en la banda sonora ideal para las tardes del otoño que ya empieza a manifestarse mientras escribimos esto.
Como en la mayoría de composiciones cinematográficas editadas en disco, se combinan piezas puramente incidentales, generalmente breves y otros temas mucho más desarrollados en los cuales la música cobra más protagonismo y se puede deducir su mayor o menor calidad. A tal categoría pertenecen la inicial “Neil’s Theme”, “Snowfall”, “Halloween” o “Twilight”, que son todas, como se advierte desde la portada, paisajes sonoros atmosféricos y exuberantes. Y por una vez, va a resultar que la publicidad va a tener razón.
“Mysterious Skin” es, como ya ha quedado dicho, una banda sonora para una película, pero que gozará de vida autónoma y puede convertirse en la banda sonora ideal para las tardes del otoño que ya empieza a manifestarse mientras escribimos esto.
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