Cuando leí el poema que reproduzco en la anterior entrada, recordé que tenía en casa un libro que era algo así como una antología poética de Cavafis. Antes de encontrar felizmente el volumen - gracias a la cuidadosa organización de Susana, mi mujer -, también me topé con algunos ejemplares que no recordaba poseer. No sería extraño que alguno proviniera de algún préstamo o intercambio. Algún otro, seguramente la mayoría, provendrían de alguna compra convulsiva, pues soy incapaz de entrar en una librería u ojear algún puesto callejero de libros, sin adquirir alguna obra. En muchas ocasiones, para sentirme menos culpable, me decido por algún ejemplar de bolsillo, tal vez alguna revista.
He recordado ahora a Alberto Manguel que, en La biblioteca de noche (Alianza Editorial, Madrid, 2007), escribe lo siguiente:
“Una mitad de mi biblioteca está formada por libros que recuerdo y la otra por libros que he olvidado.”
Más: en esta entrada del blog Algún día en alguna parte, pueden leerse algunos extractos, incluído el que yo cito, de La biblioteca de noche.