"La misión del arte, y más en tiempos de crisis, es espolear la capacidad y el proceso mental. Lograr creaciones artísticas más relevantes de las que hoy tenemos es fácil. Pero a los profesionales de la creación no les oigo ninguna reflexión al respecto que no tenga connotaciones económicas. Espero mucho de la crisis. Se ha vendido mucha envoltura, que es algo con lo que estamos obsesionados. A ver si así, gracias a la crisis, conseguimos que se renueve algo"
"Es cierto que la pobreza eleva la demanda de artículos baratos o gratuitos. Pero el arte sólo puede ser disfrutado si se dispone de condiciones -formación, gusto?- difíciles de adquirir, y de imposible improvisación. Así que no creo que la crisis haga al arte, en este sentido, más "necesario". Eso no quita para que acuda más gente a ciertas exposiciones, en el supuesto de que se pueda entrar a ellas sin pagar entrada. Ahora bien, entre entrar en una exposición para pasar el rato sin gastar un euro, o echar la tarde viendo cómo despegan los aviones en Barajas, no veo, la verdad, ninguna diferencia."
"Si no entramos en la consideración de que "el arte" es un concepto que entró en crisis hace tiempo y cuyo sentido y finalidad convendría reconsiderar, y nos atenemos a la herencia romántica del término, puede decirse que, en efecto, los malos tiempos son buenos para la introspección, hacen que abandonemos la superficie, donde convivimos en épocas de bonanza, para asomarnos a nuestras carencias más profundas, y el valor de sobrellevarlas. De ahí la necesidad de comunicarlo, de lanzar cabos que otros puedan recoger. Los malos tiempos son un acicate, de repente hay algo que sentir y algo que decir. Pero, en realidad, es una trampa, porque el tema del arte (ese arte) no está fuera, sino en la propia naturaleza humana, los cambios externos nada tendrían que añadir a ello. El ser humano entra en crisis siempre que se ausculta un poco, y las buenas obras son las que nos dicen algo de ese latido."
"Sobra decirlo, todos esperamos que la crisis se lleve por delante al arte y los artistas "superficiales", es decir, a los de la competencia."
"Suena extraño que una obra artística surja de una obligación; sin duda, las crisis, además de sugerir temas a los artistas, pueden llenarles de responsabilidad, pero parece difícil pensar que sea esta simple combinación la que haga nacer obras como las de Dostoievski o Galdós. Seguramente había muchos escritores más atentos a las necesidades y crisis sociales de su tiempo que, pongamos por caso, Flaubert o Clarín, pero son las obras de estos últimos, y no las de aquellos, las que siguen siendo un modelo. No sé si son las obras las que nacen de las crisis o son las grandes obras artísticas las que ponen en crisis a las sociedades en las que aparecen, y deben a ello su grandeza."
"Por qué escribo? Yo no creo en la literatura. No creo que la literatura sea capaz de corregir al hombre. La experiencia de la literatura humanista rusa ha traído a las sangrantes ejecuciones del siglo XX, que yo he visto con mis propios ojos. Yo no creo que pueda prevenir nada, que sea capaz de evitar las repeticiones. La historia se repite. Y cualquier fusilamiento del año 37 puede repetirse. Entonces, ¿por qué, no obstante todo esto, escribo? Escribo para que alguna otra persona, cuando lea mi prosa, que está muy lejos de la mentira, pueda explicar del mismo modo su vida. El hombre debe hacer algo... Aquí no se trata de una responsabilidad común y normal, sino moral. Esta responsabilidad no la tiene el hombre común, pero en el poeta es imprescindible."
Menos Shalamov, fallecido en 1982, todos los demás tratan sobre la crisis que nos azota y sus - posibles, probables, etc. - consecuencias en el mundo del arte, en el mundo de la cultura. Las citas se han extraído "La crisis como catarsis", artículo de Alfonso Armada publicado hoy en ABCD, que incluye más referencias al respecto.
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