El pasado sábado por la noche estuve leyendo After Dark, la última obra publicada en España de Murakami, deteniéndome en el capítulo en el que Mari, la joven protagonista recala en la discoteca Skylark. El episodio comienza y acaba con dos referencias musicales: Pet Shop Boys y Hall & Oates. Hay un momento inquietante en la acción cuando Mari va al lavabo de la discoteca. Curiosamente, el domingo, Vila-Matas escribía al respecto de la novela de Murakami, de este capítulo en cuestión y del momento posterior a cuando Mari se ha mirado en el espejo de ese lavabo y, cuando lo abandona, su reflejo continúa allí. Ese reflejo le ha recordado a Vila-Matas la primera vez que leyó un cuento de Felisberto Hernández...
Continuará
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