"Be Cool" está dirigida por F. Gary Gray, un director del que no he visto nada y del que tampoco es que a partir de ahora me vaya a apetecer ver nada, y es la continuación de una película simpática, "Get Shorty", basada en una novela de Elmore Leonard y que trataba como un gangster se integraba con naturalidad en el mundo del cine, estableciendo paralelismos entre el mundo mafioso y el no menos mafioso mundo cinematográfico. No era una película nada extraordinaria, pero su director Barry Sonnenfeld supo dotarle de un cierto aliño "serie b" que como decía antes hacía que la película se viera con cierta simpatía.
Nada que ver con la actual "Be Cool" en la que Chili Palmer se introduce ahora en el mundo de la música. Como se nos dice unas trescientas veces durante el metraje todo el mundo advierte a Palmer que el mundo de la música es mucho peor que el del cine, aunque lo que deja ver la cinta es una serie de escenas en las que se enredan la mafia rusa y unos raperos negros, mientras Palmer trata de promocionar - y de paso ayudar al personaje que interpreta Uma Thurman - a una insulsa cantante negra de r&b.
Nada merece la pena destacarse del visionado de un film como éste, si acaso una soflama de uno de los raperos acerca de la aportación / explotación de la cultura negra en los Estados Unidos y todo en la película se ve contagiado por la apatía con la que Travolta afronta por segunda vez su personaje de Chili Palmer: las situaciones se van desarrollando mecánicamente siempre en beneficio del protagonista, sin emoción ni sobresalto alguno ni para él ni para el sufrido espectador.
Nada que ver con la actual "Be Cool" en la que Chili Palmer se introduce ahora en el mundo de la música. Como se nos dice unas trescientas veces durante el metraje todo el mundo advierte a Palmer que el mundo de la música es mucho peor que el del cine, aunque lo que deja ver la cinta es una serie de escenas en las que se enredan la mafia rusa y unos raperos negros, mientras Palmer trata de promocionar - y de paso ayudar al personaje que interpreta Uma Thurman - a una insulsa cantante negra de r&b.
Nada merece la pena destacarse del visionado de un film como éste, si acaso una soflama de uno de los raperos acerca de la aportación / explotación de la cultura negra en los Estados Unidos y todo en la película se ve contagiado por la apatía con la que Travolta afronta por segunda vez su personaje de Chili Palmer: las situaciones se van desarrollando mecánicamente siempre en beneficio del protagonista, sin emoción ni sobresalto alguno ni para él ni para el sufrido espectador.
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