Como a estas alturas ya sabrá todo el mundo, Oliver Stone ha rodado y estrenado en algunos países (no todavía en España; ya ven: no sólo tienen problemas para estrenar sus películas en nuestro país Jacques Rivette, Pedro Costa, Béla Tarr o Apichatpong Weerasethakul), la segunda parte de su película Wall Street, que goza de bastante fama y cierta reputación más por su descripción del mundo financiero neoyorquino - y por ende, global - que por sus estrictos méritos cinematográficos, más bien escasos. Stone es de esos tipos que se tendrá siempre en más alta consideración que la que pueda sentir por él el más rendido de sus admiradores y si bien en alguna obra, como Platoon, apuntaba maneras, y en otras como JFK o Nixon exhibía un contagioso y entusiasta - aunque algo mareante - dinamismo épico, confieso que deserté tempranamente de su carrera. Con todo, y aunque Wall Street no sea ni tan siquiera un buen film, cabe reconocerle el mérito de la construcción de un atractivo personaje: Gordon Gekko, implacable tiburón financiero que también aparece en esta segunda parte. Gekko se definía a través de una serie de sentencias, alguna de las cuales ha devenido ciertamente popular como aquella de "si quieres un amigo, cómprate un perro". Sin embargo, puestos a elegir, quien suscribe prefiere esta otra: "El dinero es sólo algo que necesitas en el caso de que no mueras mañana".
Actualización (7 de septiembre de 2010): Jaime Gonzalo escribe en un artículo titulado "Amistades fecales" publicado en su sección "Voy a correrme en tu boca" de la revista Ruta 66 (número 274, septiembre de 2010) que comienza así:
"Si quieres un amigo, cómprate un perro". Ya conocen la frase. Se le atribuye a Gordon Gekko, personaje protagonista de la película Wall Street, pero en realidad pertenece a Carl Icahn, un beligerante hombre de negocios neoyorquino, el primer gran inversor corporativo, un tipo que vende y compra acciones como si fueran Calypos de fresa.
Por otro lado, la revista "Dirigido por" también de septiembre de 2010 (número 403) dedica su portada y un artículo a esa segunda parte de Wall Street, por lo que su estreno español parece inminente...
Llega un grito a través del cielo. Ya ha ocurrido otras veces, pero ahora no hay nada con que compararlo.
31 de agosto de 2010
25 de agosto de 2010
16 de agosto de 2010
Lecturas de agosto (IV)
Llego a ella a través de la recomendación de Ricardo Menéndez Salmón, que destaca la siguiente cita: "Vacío como una cama hecha".
14 de agosto de 2010
13 de agosto de 2010
Cosas que me gustan de Sergio Chejfec
Primero, un apunte biográfico: según la solapa de Mis dos mundos, Chejfec, nació en Buenos Aires en 1956 y publica su primera novela en 1990. Sin embargo, no publica su primer libro de poemas hasta el año 2002. Me parece un detalle simpático y relevante, puesto que, de un tiempo a esta parte, se diría que los poetas han de rivalizar en precocidad con las estrellas de la música pop, los tenistas y las gimnastas. Y sí, Rimbaud fue precoz, pero escribía desde las entrañas y también supo retirarse a tiempo...
Por otro lado y más importante, me gusta leer cosas como ésta (página 57 del mencionado libro): "La medida de la ciudad es uno, eso lo sabe solamente quien camina para nada, de hecho como un perro curioso cuando se ha extraviado y ha perdido sus referencias pero aún no padece hambre ni soledad. Esa es la borrosa diferencia entre los desamparados de las ciudades y los caminantes como yo."
Por otro lado y más importante, me gusta leer cosas como ésta (página 57 del mencionado libro): "La medida de la ciudad es uno, eso lo sabe solamente quien camina para nada, de hecho como un perro curioso cuando se ha extraviado y ha perdido sus referencias pero aún no padece hambre ni soledad. Esa es la borrosa diferencia entre los desamparados de las ciudades y los caminantes como yo."
12 de agosto de 2010
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