15 de agosto de 2012

Homenaje a Chris Marker (1921 - 2012)



“Me hubiera gustado vivir una época más pacífica para dedicarme a filmar lo que realmente prefiero, chicas y gatos”. Chris Marker

Recomiendo leer el artículo que Mercedes Álvarez le dedicó, y que sirvió al diario en el que apareció escrito para paliar el desangelado obituario que tributaron al desaparecido artista francés...

2 de agosto de 2012

Las mejores películas de la historia del cine. Una lista. Una reflexión


Como cada diez años, desde que iniciara la tradición en 1952, la revista britànica Sight & Sound ha hecho pública la lista de las diez, en realidad cincuenta, mejores películas de lahistoria del cine. La primera lista la encabezaba la película Ladrón de bicicletas, de Vittorio de Sica. Desde entonces, fue desbancada por Ciudadano Kane, de Orson Welles. Hasta este año, en el que, como anticipaba la yadesvelada portada del número correspondiente al mes de septiembre – que se pone a la venta esta misma semana - de la mencionada publicación, ha sido desalojada de tan ilustre posición por una película de Alfred Hitchcock: Vertigo.

A continuación reproduzco la lista de las consideradas, por un panel de 846 críticos, programadores, académicos y distribuidores (de los 1.000 seleccionados por la revista) internacionales, como las 50 mejores películas de la historia del cine. Mantengo el formato que aparece en su web, manteniendo los títulos tal cual aparecen (en ocasiones traducidos al inglés, otros manteniendo su título original, de todas formas creo que todos son bastante identificables) en la web de la revista, con el nombre del realizador en cursiva y el año de realización. No he incluido el número de votos. Después de la lista una breve y apresurada reflexión al respecto.



1. Vertigo, Alfred Hitchcock, 1958  
2. Citizen Kane, Orson Welles, 1941 
3. Tokyo Story, Ozu Yasujiro, 1953 
4. La Règle du jeu, Jean Renoir, 1939 
5. Sunrise: A Song of Two Humans, FW Murnau, 1927 
6. 2001: A Space Odyssey, Stanley Kubrick, 1968 
7. The Searchers, John Ford, 1956  
8. Man with a Movie Camera, Dziga Vertov, 1939  
9. The Passion of Joan of Arc, Carl Dreyer, 1927 
10. 8½, Federico Fellini, 1963 
11. Battleship Potemkin, Sergei Eisenstein, 1925
12. L’Atalante, Jean Vigo, 1934
13. Breathless, Jean-Luc Godard, 1960 
14. Apocalypse Now, Francis Ford Coppola, 1979
15. Late Spring, Ozu Yasujiro, 1949
16. Au hasard Balthazar, Robert Bresson, 1966
17= Seven Samurai, Kurosawa Akira, 1954
17= Persona, Ingmar Bergman, 1966
19. Mirror, Andrei Tarkovsky, 1974  
20. Singin’ in the Rain, Stanley Donen & Gene Kelly, 1951 
21=L’avventura, Michelangelo Antonioni, 1960
21.=Le Mépris, Jean-Luc Godard, 1963
21= The Godfather, Francis Ford Coppola, 1972 
24= Ordet, Carl Dreyer, 1955
24= In the Mood for Love, Wong Kar-Wai, 2000
26= Rashomon, Kurosawa Akira, 1950
26= Andrei Rublev, Andrei Tarkovsky, 1966
28. Mulholland Dr. David Lynch, 2001
29= Stalker, Andrei Tarkovsky, 1979
29= Shoah, Claude Lanzmann, 1985  
31= The Godfather Part II, Francis Ford Coppola, 974 
31= Taxi Driver, Martin Scorsese, 1976
33. Bicycle Thieves, Vittoria De Sica, 1948
34. The General, Buster Keaton & Clyde Bruckman, 1926 
35= Metropolis, Fritz Lang, 1927 
35= Psycho, Alfred Hitchcock, 1960
35= Sátántangó, Béla Tarr, 1994 
39= The 400 Blows, François Truffaut, 1959
39= La dolce vita, Federico Fellini, 1960 
 41. Journey to Italy, Roberto Rossellini, 1954
42= Pather Panchali, Satyajit Ray, 1955 
42= Some Like It Hot, Billy Wilder, 1959
42= Gertrud, Carl Dreyer, 1964 
42= Pierrot le fou, Jean-Luc Godard, 1965 
42= Play Time, Jacques Tati, 1967 
42= Close-Up, Abbas Kiarostami, 1990 
48= The Battle of Algiers, Gillo Pontecorvo, 1966 
48= Histoire(s) du cinéma, Jean-Luc Godard, 1998 
50= City Lights, Charlie Chaplin, 1931 
50= Ugetsu monogatari, Mizoguchi Kenji, 1953 
50= La Jetée, Chris Marker, 1962 

En su votación de 1962, Eric Rohmer, entonces al frente de Cahiers du Cinéma, explicaba que sus diez películas escogidas lo eran en función de que él consideraba que podían dar la mejor idea de los triunfos del medio en el caso de que el cine acabara por desaparecer. Queda claro que toda lista trata de establecer un canon, ofrecer una serie de obras que deberían ser vistas – ya que se trata de una lista de películas – por el aficionado al cine o por cualquier persona con ciertas inquietudes culturales. La persistencia de algunos títulos en listas como esta – como la mayoría de los que aparecen entre los diez primeros de esta selección – implican la canonización de esas obras, que aunque pueden aparecer y desaparecer de esos diez primeros puestos – como es el caso paradigmático de The Searchers, de John Ford – que son los que acaparan más atención mediática, pero siempre aparecen en la lista más larga de cincuenta películas. Podemos hablar de un canon establecido. Sin embargo, la aparición entre las diez primeras obras de una película como la de Dziga Vertov – que desplaza al canónico Potemkin de Eisenstein como representación del cine soviético – y la inclusión de otras como Au hasard Balthazar – la película con la que Bresson más se acercó al espíritu de la Nouvelle Vague -, de un documental como Shoah, de una cinta dirigida por Akerman y de otra de Béla Tarr, de películas firmadas en la frontera del siglo por David Lynch y Wong Kar-Wai (las más recientes de la lista, por cierto), por Kiarostami, del póstum,o, involuntario y no por ello menos merecido homenaje a Chris Marker y, finalmente la numerosa representación de Godard que cierra un proyecto tan inclasificable como Histoire(s) de cinéma nos demuestra la emergencia de un nuevo canon que vendría a simbolizar a su vez la considerada nueva cinefilia, ese fenómeno de nuestro siglo que las tecnologías de la información y comunicación han facilitado. Se trata de un movimiento (si puede llamarse así) que, en contra de lo que podrían pensarse, privilegian antes la exigencia de las propuestas fílmicas que no la gratificación intelectual como explican tanto las presencias ya expuestas como las ausencias.

1 de agosto de 2012

I wish I knew, Jia Zhang-Ke (2010)




El título internacional de la última película del autor de Still Life proviene de una canción de un musical de 1945, Diamond Horseshoe, que se escucha en este documental durante un baile de jubilados. El título original chino se cambió del previsto  Shanghai Chuanqui ("leyendas de Shanghai") - cabe hace notar que se trata de un encargo de la Exposición Universal de Shanghai - a Haishang Chuanqui ("leyendas del mar"). Tal vez el cambio se deba a que, aunque evidentemente estamos ante un retrato de Shanghai, también hay testimonios que provienen de Hong Kong y Taiwan, a donde fue a parar el éxodo provocado por la liberación de la ciudad por parte del Partido Comunista Chino en 1949.

La película se articula pues en base a esos testimonios, ofreciendo un recorrido histórico de la ciudad desde su apertura al comercio en el siglo XIX hasta la actualidad, pasando por la ya mencionada liberación de la ciudad , la posterior revolución cultural y la reforma económica. La intención declarada del cineasta es "acceder a los detalles de la historia a través de la cinematografía: es duro dotar de un sentido a la historia sin detalles, especialmente las emociones y experiencias en las circunstancias históricas... Me preocupa lo que está oculto detrás de los términos abstractos, los detalles de la vida diaria influenciada por hechos políticos y olvidados en el tiempo." Pese a estas declaraciones que no delatan un exceso de originalidad, lo cierto es que Jia escapa, afortunadamente, del conformismo añadiendo referencias cinematográficas, como un film claramente propagandístico de Wang Bing, de 1959, sobre la liberación de la ciudad, la visita a China de Antonioni Chung Kuo – Cina - o ejemplos más recientes como Flowers of Shanghai, dirigida en 1999 por Hou Hsiao-Hsien, que es uno de los dieciocho entrevistados de la cinta - su entrevista en un tren es un bello momento, que puede interpretarse además como un homenahe -. Además están los paseos de Zhao Tao, habitual cómplice - además de esposa - más que mera actriz del director, por la Shanghai actual.

Lamentablemente, serían necesarios más conocimientos históricos sobre China para poder entender ciertas claves que encierran algunas frases de los entrevistados así como cierta simbología. Aunque si que podemos apreciar en los testimonios más actuales, el de un par de triunfadores - uno en la bolsa y otro en la literatura y en las carreras automovilísticas (literalmente, en ambos campos) -, la ironía característica de su autor. Es tan bello como inquietante el retrato de las obras de la mencionada Exposición Universal y también es reconocible la firma de Jia en el contraste entre las edificaciones nuevas y el estado ruinoso o en proceso de demolición de otros. El futuro se escribe en el presente sobre los rastros del pasado que, se diría, pretenden resisitir a su definitiva desaparición.

Algo parecido a lo que ocurre con la memoria de las personas, con esos recuerdos obsesivos que anteceden incluso al propio nacimiento, como el testimonio de la hija que no llegó a conocer a su padre, fusilado pocos días antes de nacer ella y no puede contener la emoción mientras habla de las fotografías - lo único que conoció de su padre - de su juicio y ejecución. Pero también es conmovedora la historia que fríamente relata el hijo de una antigua actriz, quien fue empujada al suicidio en la Revolución Cultural, proceso que también se ensañó con supropia hija - y hermana del entrevistado -, también perseguida políticamente quien trató de huir embarazada a Hong Kong y a quien el régimen atrapó, dando en adopción posteriormente a la criatura que nació.

Precisamente, hay quien encuentra en el "papel" de Zhao Tao a esa niña que regresa a la ciudad de su madre. Hay otra opinión - que personalmente encuentro más atrayente - según la cual, y como en El cielo sobre Berlín, de Wenders, este impasible, pasivo personaje no sería sino la encarnación del "Ángel de la Historia" de Walter Benjamin: "Su cara está vuelta hacie el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedezado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas... Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo."

Sin duda una bella y apropiada metáfora, aunque quizás, no estemos sino ante un personaje cuyo misterio es imposible de desentrañar, igual que de imposible resulta retratar una ciudad como Shanghai. Jia Zhang-ke lo intenta, y aunque no es su mejor película, como mínimo consigue que ese misterio nos parezca - pese a algún altibajo - interesante.

Post-Scriptum: La canción que da título - internacional - a la película: